La diputada naranja exige “que se elabore una base anual con información como el número de víctimas o los protocolos abiertos porque sólo con todos los datos sobre la mesa se podrán tomar las mejores medidas”

Parlament de Catalunya, jueves 13 de febrero de 2020. “Si queremos evitar el mal terrible que provoca el acoso escolar, es fundamental dar pasos como la prevención, la formación del profesorado, concienciar a los propios alumnos e implicar a todo el mundo”. Así se ha expresado la diputada de Ciudadanos (Cs) en el Parlament Sonia Sierra, durante una moción sobre la protección de los menores en las escuelas en el pleno del Parlament. La diputada naranja ha insistido en que, aunque no hay datos oficiales, “uno de cada cuatro alumnos catalanes de primaria afirma haber sido víctimas de acoso, cifra que aumenta si se trata del colectivo LGTBI o entre alumnos autistas”.

En este sentido, la diputada naranja ha exigido “que se elabore y se publique una base anual de datos, con información como el número de víctimas, los protocolos abiertos y su resultado o las incidencias en los trastornos psicológicos”. En este sentido, para Sierra “sólo con todos los datos sobre la mesa se podrán tomar las mejores medidas, tanto para las víctimas como para los acosadores”.

Durante la misma moción, la diputada naranja ha aprovechado para denunciar que “el profesorado no tiene las herramientas necesarias para detectar casos de acoso y, menos aún, casos de ciberacoso”, por lo que es urgente la formación en detección y actuación ante el acoso. Para Sierra los centros escolares también deberían contar con medios técnicos y profesionales que se complementen con un profesorado mejor preparado “y que se garantice que el acoso forme parte del proyecto educativo de cada centro y en los planes tutoriales”.

Respecto al colectivo LGTBI y a los alumnos con autismo, Sierra considera “inaceptables las cifras de víctimas” (más de la mitad en el primer caso y 60% en el segundo), por lo que son urgentes planes específicos. Por último, la diputada de la formación liberal se ha referido a la falta de protección de los alumnos “frente a ingerencias políticas, como cuando Plataforma por la Lengua espió a los alumnos en los patios para ver en qué lengua hablan”. Sierra cree que “los centros no pueden ser laboratorios de asociaciones privadas ni los alumnos tienen que hacer públicas sus simpatías políticas”.