La diputada Sonia Sierra asegura que TV3 “ha disparado tanto sus niveles de propaganda que se ha acabado convirtiendo en una teletienda”

Barcelona, viernes 22 de mayo de 2020. “En cualquier televisión pública, presentadores y tertulianos que insultan sistemáticamente a los catalanes constitucionalistas, estarían despedidos y, en cambio, cuanto más insultan, más protegidos están por la cadena”. Así se ha expresado el diputado de Ciudadanos (Cs) en el Parlament, Nacho Martín Blanco, durante la comisión de control a la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA), en la que ha criticado que hayan convertido la televisión catalana “en el patio de su casa, en un coto privado”. “Nos merecemos una televisión menos chabacana” ha dicho.

El diputado de Cs se ha referido a dos nuevos episodios que demuestran que “TV3 sigue pensada exclusivamente para los separatistas”, como cuando Pilar Rahola insultó impunemente al alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, llamándole ‘españolista rancio y baboso’ o cuando un titular de un espacio informativo culpaba a Madrid de ser ‘el origen del coronavirus’. Martín Blanco le ha pedido a la presidenta en funciones de la CCMA, Núria Llorach, que, “después de desnaturalizar TV3, privatizando sus contenidos y sus colaboradores para uso y disfrute exclusivo de los catalanes separatistas, lo lógico sería que lo privatizasen todo, también su financiación y que se la paguen ustedes de sus bolsillos”.

Por su parte, la diputada naranja, Sonia Sierra, ha criticado que TV3 “ha disparado tanto sus niveles de propaganda que se ha acabado convirtiendo en una teletienda” después de que el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell, promocionara sus mascarillas, en el ‘FAQS’ de TV3. Según la diputada naranja, “es publicidad encubierta en un medio público que pagamos entre todos” y, además, es “engañosa porqué han promocionado unas mascarillas no homologadas que pueden poner en riesgo la salud de las personas por la sensación de falsa seguridad”.

Sierra ha hablado también del “vertido de todo tipo de insultos y despropósitos sobre el ejército disfrazado, como no, de humor”, y ha dicho que “es legítimo que en los medios públicos de comunicación se respete a las instituciones del Estado, especialmente cuando están dando lo mejor de sí para salvar vidas”. Finalmente, ha afeado la censura de una parte del documental ‘El caso Rosell’ emitido en la televisión catalana ironizando en que “no es censura, es recortar un trozo en contra del criterio de su director y guionista” y ha cuestionado que se recorte “precisamente, el fragmento que habla de Mediapro”. “Está usted haciendo méritos para una nueva reprobación” le ha dicho al presidente de TV3, Vincent Sanchis.