El jefe de la oposición apunta que en España “no hay paraísos fiscales sino infiernos indentitarios” y recuerda al Govern “que la gente no les vota para quitarle lo bueno a Madrid sino para traer algo bueno a Cataluña”

Parlament de Catalunya, miércoles 2 de diciembre de 2020. “El Govern se pasa la vida hablando de agravios, pero el gran agravio que sufren los catalanes es el de su incompetencia”. Así lo ha dicho el jefe de la oposición en Cataluña y presidente del grupo de Ciudadanos (Cs) en el Parlament, Carlos Carrizosa, en la comparecencia del Govern en el Parlament para explicar las medidas que están tomando para controlar el covid-19 en Cataluña. Carrizosa ha afirmado que, con la pandemia, “se ha demostrado que son unos nefastos gestores” y ha lamentado que “nos estemos jugando la navidad en familia por una gestión tardía, unilateral e incluso inexistente” de la pandemia. “Son agitadores incapaces de gestionar válidamente una Comunidad Autónoma”, ha afirmado.

Carrizosa ha apuntado que “todos los gobiernos han tenido un test de estrés por la pandemia” y el de la Generalitat “no lo ha superado” y ha remarcado que “pese a que tenían la posibilidad de demostrar que eran sensibles a lo que les pasaba a los ciudadanos de Catalunya, han sido una tremenda decepción incluso para los suyos”. “Muchos sectores han estado en el dique seco por las restricciones y la desescalada ha llegado tarde”, ha explicado y ha apuntado que eso ha provocado que “muchos no han podido volver a abrir”. “No han pagado las ayudas a tiempo con lo rápidos que son ustedes para poner sueldos a sus amigos”, ha lamentado Carrizosa.

El jefe de la oposición también ha apuntado que, al contrario de lo que defienden los partidos separatistas, en España “no hay paraísos fiscales sino infiernos indentitarios” y ha recordado al Govern “que la gente no les vota para quitarle lo bueno a Madrid sino para traer algo bueno a Cataluña”. Ha finalizado afirmando que, a las puertas del final de la legislatura, ésta “ha sido marcada por todo tipo de desmanes y batallas campales de los radicales separatistas cuando no les han gustado las sentencias, por la desobediencia de un presidente de la Generalitat, por el acoso y derribo contra las instituciones y por la nefasta gestión de la pandemia”.