De Páramo: “Lo fácil es subir impuestos y lo difícil es eliminar chiringuitos políticos, con los cargos de confianza, con la corrupción y con el fraude fiscal”

“No vamos a permitir que las diferencias entre CDC y ERC nos cuesten dinero y subidas de impuestos a la clase media”. Así se lo ha reprochado el portavoz adjunto de Ciutadans (C’s) en el Parlament, Fernando de Páramo, al vicepresident y conseller de Economía, Oriol Junqueras, en relación a las discrepancias en el seno del Gobierno de la Generalitat sobre su propuesta de aumentar el IRPF a las clases medias y trabajadoras. De Páramo le ha dicho que “haga menos hojas de ruta separatistas y más hojas de ruta para la clase media y trabajadora de este país”.

Durante la sesión de control del pleno del Parlament, de Páramo le ha recriminado a la Generalitat que “no sea un gobierno, sino una suma de escaños” y le ha avisado de que “gobernar implica liderar una propuesta fiscal en lugar de delegarla”. Además, le ha advertido a Junqueras de que “no cuente con Ciutadans para subirle los impuestos a la clase media y trabajadora porque son quienes luchan para levantar el país” y ha añadido que “lo fácil para un gobierno es subir los impuestos y lo difícil es eliminar chiringuitos políticos, con los cargos de confianza, con la corrupción y con el fraude fiscal”.

Por su parte, el diputado Antonio Espinosa ha criticado, en una pregunta al Govern sobre la política de patrimonio, que “los sucesivos gobiernos de la Generalitat han estado vendiendo inmuebles en unos años en los que el mercado inmobiliario estaba hundido y se tenía que rebajar el precio hasta en un 21%”, en relación a los 45 inmuebles que la Generalitat ha vendido por 600 millones de euros entre 2008 y 2015 que, «además de ser una pírrica cantidad, no han servido para paliar el déficit”.

El diputado de C’s ha pedido a Junqueras que “no siga con esta política ruinosa de la venta del patrimonio público” ya que “solo beneficia al sector privado y a los grandes fondos europeos porque se han aprovechado de la urgencia y de la debilidad de los interlocutores de la administración catalana”.